Hemicránea Paroxística
La hemicránea paroxística es una cefalea primaria poco común, caracterizada por episodios recurrentes de dolor severo en un solo lado de la cabeza, especialmente alrededor del ojo o la sien. Pertenece al grupo de las cefaleas trigémino-autonómicas y se distingue por su respuesta inmediata y completa al tratamiento con indometacina, un antiinflamatorio específico.
Aunque no es muy frecuente, es una causa importante de discapacidad si no se diagnostica correctamente.
Síntomas
Dolor unilateral intenso, agudo o punzante
Ataques breves (2 a 30 minutos), que pueden repetirse entre 5 y 40 veces al día
Localización frecuente en la región ocular o temporal
Síntomas autonómicos en el mismo lado del dolor:
Lagrimeo
Congestión o secreción nasal
Enrojecimiento ocular
Sudoración facial
Ptosis (caída del párpado)
El dolor puede interrumpir el sueño y limitar las actividades cotidianas de forma significativa.
¿Por qué elegir Clinic Neuro?
En Clinic Neuro contamos con neurólogos expertos en cefaleas poco comunes, como la hemicránea paroxística. Utilizamos protocolos diagnósticos basados en la Clasificación Internacional de las Cefaleas (ICHD-3) y confirmamos el diagnóstico mediante una prueba terapéutica con indometacina, que además alivia los síntomas de forma eficaz.
Nuestro enfoque integral contempla no solo el control del dolor, sino también la adaptación del tratamiento a cada paciente, minimizando efectos secundarios y mejorando la calidad de vida. Ofrecemos seguimiento estrecho y soluciones duraderas.
Preguntas Frecuentes
¿Cómo se confirma el diagnóstico de hemicránea paroxística?
El diagnóstico se basa en los síntomas clínicos y en la respuesta completa al tratamiento con indometacina. Si el dolor desaparece al tomar esta medicación, se confirma el diagnóstico.
¿La hemicránea paroxística tiene cura?
No tiene cura definitiva, pero puede controlarse completamente con el tratamiento adecuado. Muchas personas logran llevar una vida normal con medicación preventiva continua.
¿Qué pasa si no se trata?
Los episodios pueden volverse más frecuentes, intensos y afectar significativamente la calidad de vida. Además, la falta de tratamiento adecuado puede llevar a un uso innecesario de analgésicos o diagnósticos erróneos.